Hasta no hace mucho, las camas articuladas se usaban principalmente para personas enfermas o con movilidad reducida que debían pasar mucho tiempo en la cama y que, por determinadas patologías, tenían que descansar en posición semiincorporada o mantener las piernas levantadas buena parte del día para mejorar el riego sanguíneo. Sin embargo, hoy en día cada vez son más populares entre personas sanas gracias al alto nivel de confort que ofrecen y a lo versátiles que son.
Las camas convencionales, que cuentan con una superficie plana, no suelen permitir que disfrutemos de la posición deseada en cada momento, lo que obliga a aumentar la tensión muscular e impide que descansemos como es debido. En cambio, una cama articulada eléctrica es una opción ideal para personalizar por completo nuestro lecho, ajustándolo a las diferentes partes de nuestro cuerpo y a la postura que nos resulte más cómoda en cada momento.
Las camas eléctricas permiten seleccionar distintas posiciones en función de las preferencias del propio usuario, contando con dos o más bisagras que funcionan mediante un motor, haciendo que las distintas partes se levanten o se bajen independientemente de la otra.
Pero además, este tipo de camas encajan mejor con los ritmos de vida actuales. Y es que el dormitorio ha dejado de ser una estancia que se usa exclusivamente para dormir. Además de para descansar, muchas personas lo usan para ver la tele, leer o trabajar con el ordenador o navegar con la tablet. En este sentido, las camas articuladas permiten que podamos adoptar la postura que queramos en cada momento en función de la actividad que estemos realizando.
Además, debemos destacar que, en el mercado actual, es posible encontrar tanto camas de 90 y 105 cm de ancho como camas articuladas de matrimonio. Esta última compuesta por dos camas individuales que se unen para formar una sola, de modo que cada miembro de la pareja cuenta con su propio colchón y un motor individual, lo que le permite colocarse en la postura que prefiera independientemente de la otra persona. Con lo cual, mientras una ve la televisión, lee o trabaja, la otra puede estar durmiendo.
¿Por qué dormir en una cama articulada?
1. Beneficios para la salud
Una de las principales ventajas de una cama articulada eléctrica es que ayuda a prevenir y a mejorar los dolores de espalda, la tensión muscular en cuello y hombros, los problemas de artritis, asma, reflujo gástrico, hinchazón y falta de movilidad en las piernas y las patologías cardíacas, entre otros. El hecho de que los usuarios puedan colocar la cama en el ángulo que prefieran les permite eliminar la presión de las zonas dolorosas, consiguiendo que descansen más por la noche y que la movilidad sea mejor al despertar.
2. Descanso de mejor calidad
Las camas eléctricas articuladas permiten realizar una mayor cantidad de movimientos sin que tengamos que movernos mucho, lo que favorece un sueño más profundo y reparador. Lo cual se traduce en un sueño más saludable. Pero además, aquellas personas que sufren dolores musculares o articulares dormirán más tranquilos.
3. Mayor confort
Las camas articuladas son más cómodas que las camas convencionales, ya que permiten personalizar la posición para dormir inclinándola con un botón. La posición más popular para ello, suele ser entre 30 y 45 grados, pero cada persona puede colocarla como prefiera.
4. Reduce los ronquidos
Si uno de los miembros de la pareja ronca por la noche, puede resultar complicado conciliar el sueño y es más fácil desvelarse. Esto hace que la calidad del sueño se reduzca y que nos sintamos más cansados durante el día.
Las camas articuladas ayudan a paliar este problema. Los ronquidos se producen cuando los tejidos blandos de la garganta se caen mientras la persona está dormida, dando lugar a ruidos fuertes. Al levantar la parte de arriba de la cama, se combaten los efectos de la gravedad y los tejidos de la garganta no caen, por lo que las vías respiratorias se mantienen abiertas por completo.
5. Mejor movilidad para acostarse y levantarse
El dolor crónico y la edad avanzada puede convertir el momento de acostarse y levantarse de la cama en todo un reto. Las camas articuladas nos permiten colocar la cama a una altura cómoda, haciendo que la entrada y la salida de la cama resulten mucho más sencillas.
