Cómo Evitar el Insomnio

Cómo evitar el insomnio y mejorar nuestro sueño

Evitar el insomnio es un reto diario para muchas personas que tienen dificultad para conciliar el sueño.

El insomnio es uno de los problemas que más nos afectan hoy en día. El estrés y las preocupaciones del día a día no nos dejan dormir bien y el cansancio se acumula y va repercutiendo en nuestra salud y nuestro estado de ánimo. Por ello, en el siguiente post traemos una serie de tips para poder combatir el insomnio.

Consejos sobre cómo evitar el insomnio

Higiene del sueño

La mayoría de los casos de insomnio desaparece o mejora manteniendo una buena higiene del sueño. La higiene del sueño hace referencia a los hábitos que se mantienen para dormir.

En general, se trata de llevar a cabo los mismos rituales o conductas, que ayuden a nuestro cuerpo a prepararse para ir a dormir antes de acostarse.

Si nuestro objetivo es evitar el insomnio, debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Dormirnos siempre a la misma hora.
  • Desconectar todos los aparatos que estimulen nuestro cerebro dos o tres horas antes de ir a la cama. Con esto, nos referimos a tablet, teléfono, ordenador, TV, radio... cualquier aparato electrónico. Aunque cada vez son más necesarios durante el día, por la noche dificultan la transición que nuestro cuerpo debe hacer de estado activo a inactivo. Nuestro cerebro necesita tiempo para que, poco a poco, se vaya poniendo en modo descanso; y, para ello, necesitamos ayudar desconectando todos los dispositivos que distraen de dicha tarea.
  • Utilizar la habitación solo para dormir. Es importante que nuestra mente asocie «habitación» con «descanso». Por ello, no es bueno que utilicemos nuestro cuarto para ultimar algunas cosas que no hemos tenido tiempo de acabar en la oficina. El dormitorio, como su nombre indica, es para dormir; así que, si no nos queda más remedio que trabajar en casa, debemos hacerlo en un espacio que no esté diseñado para el descanso.
  • No ingerir alimentos excitantes, como café, té o azúcares, antes de dormir.
  • Cenar un par de horas antes de acostarnos. Si nos vamos a la cama inmediatamente después de haber cenado, nuestro estómago estará en plena digestión, por lo que será difícil desconectar, ya que se encuentra en medio de una tarea muy importante. Procura dar a tu cuerpo el margen suficiente para que pueda acabar todos sus procesos.
  • Uso de camas articuladas. Algunas veces, la razón por la que no podemos dormir está relacionada con dolencias o dificultades físicas. En este caso, las camas articuladas suponen una excelente opción, ya que permiten regular la posición de la cama en función de nuestras necesidades y ayudan a distribuir la presión uniformemente, lo que favorece un mejor descanso.

Llevando a cabo estos hábitos de manera regular, poco a poco, iremos regulando nuestro sueño y conseguiremos dormir mejor. No obstante, si, después de todo, seguimos teniendo dificultades, siempre es aconsejable consultar con nuestro médico para que nos dé algunas indicaciones.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio